Literatura y transexualidad: La Chica Danesa


Dentro del amplio abanico de obras que nos ofrece la literatura, en esta ocasión me gustaría hablar de una que no sólo me conquistó, sino también me pareció una obra maestra. ç

La Chica Danesa, mundialmente conocida por su adaptación al cine en 2015, es un libro perteneciente al escritor estadounidense David Ebershoff, publicado en el año 2000. La obra nos cuenta la historia de dos artistas de Copenhage: la retratista Gerda Wegener y su marido Einar Wegener. 

Tras pedirle a su marido que pose para ella en sustitución de una modelo que llega tarde, Einar descubre en su personalidad una faceta oculta, dejando ver una figura femenina a la que llama Lili Elbe.

Lo que comienza como una broma o incluso como una inversión, ya que los retratos de Lili son los mejor vendidos por Gerda, termina convirtiéndose en una lucha por su identidad por parte de Einar, quien recurre a la ayuda de psicólogos y psiquiatras hasta que dan con un médico capaz de dar respuesta a lo que le pasa a Einar: lo que, actualmente, conocemos como disforia de género.

La persona que sufre disforia de género es (como en el caso del libro) físicamente masculina, pero su interior, su personalidad, es femenina. 

La época en la que se ambienta esta novela, los años 20, suponen un gran incoveniente para la protagonista. Los métodos quirúrgicos y los tratamientos hormonales, aunque existentes, distaban mucho de los actuales que permiten que un hombre, aunque mediante un proceso largo y calmado, pueda cambiar de sexo.

La Chica Danesa ganó el Premio de La Fundación Rosenthal, de la Academia Estadounidense de Artes y Letras y el premio Lambda para ficción transgénero.

La verdadera historia detrás de la historia

Lo que quizá no todos sepan (o sí; yo, personalmente, no lo sabía) es que la novela está basada en hechos reales: Einar Wegener existió del mismo modo que lo hizo Lili Elbe.

Tras conocerse en la Escuela de Arte de Copenhague, Gerda y Einar se casaron cuando ambos tenían 19 y 22 años, respectivamente.

Del mismo modo que en el argumento de la obra, Einar sintió muy pronto su propensión hacia la feminidad al posar como modelo y, tras asentarse en París en el año 1912, decidió vivir abiertamente como mujer.

 

Muy pocos sabían la verdadera identidad de Lili, tan sólo su círculo más íntimo y su cónyuge, Gerda, que la presentaba en las fiestas y eventos como su prima.

En 1930 viajó a Alemania para realizarse una cirugía totalmente experimental en aquel momento. Fueron cinco las operaciones a las que se sometió en total: la primera (bajo la supervisión del sexólogo Magnus Hirschfeld), consistió en la castración con la extirpación completa de los órganos masculinos; en la segunda se intentó realizar un implante de ovarios sin éxito debido a un rechazo por parte de su propio organismo. Estos fueron extirpados rápidamente en una tercera y cuarta operación; en la quinta se intentó realizarle un trasplante de útero con el fin de que pudiese ser madre, pero el éxito fue negativo.

 

Tras las operaciones a las que sometió, Lili Elbe murió el 13 de septiembre de 1931 debido a las múltiples complicaciones que éstas le habían ocasionado.

Tras su muerte, y con el paso de los años, se llevaron a cabo varias hipótesis acerca de la identidad sexual de Lili Elbe, considerando el caso de que fuese intersexual, o incluso pudiese sufrir el síndrome de Klinefelter (hipogonadismo que ocasiona una apariencia más femenina). 

Aunque nunca sabremos la verdadera identidad de esta mujer y el porqué, sí sabemos que un doctor de Dresde afirmó haber notado ovarios rudimentarios, así como una cantidad elevada de hormonas femeninas a expensas de las masculinas; es decir, Lili Elbe poseía en su organismo evidencias de órganos masculinos y femeninos.

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