Suspense. Terror. Fantasía. Raramente tuve en cuenta la diferencia entre estilos cuando escribí estas historias; sin embargo, sí vi algo en común: cuando se menciona un tabú, instantáneamente se voltea la cabeza.
Mi obra es una crítica a algo con lo que convivimos cada día: la sociedad.
Aquí el único filtro está en la portada; no hay monstruos ni hadas: tan sólo realidad.